#LoDigitalEnSerio, gracias

La semana pasada tuve el privilegio de poder asistir al curso #LoDigitalEnSerio, organizado por el grupo de Comunicación Loyola, que tuvo lugar en Valladolid, en la residencia marista Champagnat. En los tres días que duró la formación he tenido la oportunidad de conocer a personas que valen mucho la pena, reafirmarme en que tengo mucha suerte de estar en el equipo de comunicadores en el que estoy: Pablo L, Mª José, Mª Luisa y Pablo M; y también me encontré con dos amigos malagueños a los que no esperaba ver allí, Álvaro y Fran, compañeros de batallas cofrades durante mucho tiempo y ahora embarcados en tareas educativas, comunicativas y de márketing.

Tengo una sensación muy agradable tras estos tres días, pues creo que cualquier tipo de formación, si se queda sólo en la distancia de las ponencias o la frialdad de los documentos compartidos en ‘la nube’, me sabe a poco. Me explico, los contenidos están en internet, los documentos, webs, bancos de fotos, etc, también. Pero lo que no está en ningún sitio salvo en las distancias cortas con las personas es el cuidado,  la profundidad, la vinculación. El grupo de ponentes y formadores de estos días, que prefiero no nombrar por si se me olvida alguno, y así los incluyo a todos, además de ser verdaderos sabios de la materia en cuestión, son vivos ejemplos de lo que predican. Son personas que generan aprendizaje con su presencia, sabedores de conocimientos que comparten gracias a ese don tan bonito de la gratuidad. Y cuando, además de todo eso, en la base de todo, en las raíces, sabes que hay unos principios vitales que compartes con ellos, que es de lo que más aprendes de ellos, entonces el hecho educativo se produce elevado a la máxima potencia. Porque aprender es una experiencia vital y necesaria, pero si aprendes rodeado de este tipo de personas, personas bonitas, la experiencia se convierte en inolvidable. Gracias.