Mi Camino de Santiago. Píldoras
La parte más complicada, llenar la mochila: cobardía, egoísmo, impaciencia, indecisión, materialismo, secretismo, culpabilidad, terquedad, envidia, resentimiento, apego, comodidad, apatía, ego, mal genio, vehemencia, inconformismo.
Mover un pie. Hacer lo mismo con el otro. Crear un ritmo. Ya es tuyo. Inconsciente. Constante. Tuyo. Apagar el móvil.
Querer que pase algo. No saber el qué. Algo está pasando. Avanzar. Miradas. Personas. Atmósfera. Algo va a pasar. No poder dormir. Primera noche. Ruidos. Ronquidos. Silencio. Ventana. Litera. Idiomas. Despertarte. Un amigo, un abrazo. Comenzar. Caminar solo. Caminar acompañado. Que tengas frío. Fruta. Ritmos. Una campana que suena porque una persona tira de una cuerda. Un cementerio: sonidos. Personas sabias. Personas que pasan a su ritmo. Algo se remueve por dentro. Sonidos, pisadas. Vacas pastando. Perros pastores. Saludos anónimos. Agua que fluye. Que suena. Que te llama. Te paras y la miras. La miras y te habla. Tu sigues tu ritmo, y ella el suyo. Avanzas. Orar. Pedir. Agradecer. Recibir sin pedir. Dormir con sueño. Comer con hambre. Gratitud. Un diluvio sin avisar. Caminar empapado. Hablar con el agua. Seis horas sin evitar mojarte. Gente como tú. Un dibujo. Horas de silencio. En la ribera de un arroyo alguien pinta. Acuarelas. Caminar solo. Caminar acompañado. Sentirte vinculado. No saber a qué. Siempre palabras agradables. Respirar vidas. Sombras que avanzan. Tu infancia. Tus padres. Tu vida. Darte cuenta de repente de que hay muchas cosas que han dejado de interesarte. Hablar en inglés. Que no te hagan preguntas. Ver a Dios en la naturaleza. Pensar en cómo era la vida hace seiscientos años. Sentirte como un grano de arena. Encajas pero eres ínfimo. Sirves pero si no estás no pasa nada. Que los puntos encajen. El lenguaje universal. Llegar a una plaza. Llorar. Tumbarte en el suelo. Ver piernas y pies de personas. Confesarte en inglés. [“Remember, you have time”]. Seguir buscando. Caminar solo. Caminar acompañado. Un encuentro inesperado. Comprarte un yo-yo. Verte con gente otros mundos y otras lenguas moviendo el yo-yo. Sonrisas cómplices. Poder ser tú. Ser serio, callado y distante y que nadie te pregunte nada. Libertad. Comprensión. El fin del mundo. El mar. La eternidad. Bicicletas. Una playa. Gaviotas. Sombras. Ritmos. Jugar a las palas con una familia como si no hubiera un mañana. Que tu única limitación sea el cansancio. Privilegio. Perder la noción del tiempo mirando una cometa. Niños que juegan. Que hablan. Complicarte la vida. Que merezca la pena. Encender el móvil, querer tirarlo. Conocer tus jaulas de oro. Saber que en tu mochila seguirá habiendo lo mismo. Aceptarlo y quererlo como tuyo. Pulirlo. Minimizar daños. Pero aceptarte. Una sensación [ínfima y efímera] de paz. Caminar acompañado. Caminar solo. Y es en esa contradicción, donde se encuentra la esencia de mi vida.
Curioso estilo de escritura. Me has contado la experiencia con flashes. Y me has transmitido.
Mola :)
Las experiencias de la vida.
¡A seguir viviendo Alan!
Abrazote
Eran las palabras que salieron solas. La experiencia ha sido así, flashes. ¡Gracias!
Entendido. Hace 24 años. No llego a Fisterra. Encuentro con anciano en un bosque. Distintos ritmos de marcha. Fumamos un cigarrillo juntos. Abuela en aldea solitaria. Su vaca se ha escapado. Le ayudo a encerrarla en su establo. Pies doloridos e hinchados en agua fría. Puente romano. Ribadiso. Melide. Pulpería. Monte do Gozo. Ultreya. Tu amigo Antonio rey de la peregrinación. Once años. Feliz. Catedral. Misa. Descanso y vuelta. Repaso a tu vida en seis días. Memorable
Antonio, gracias por tus palabras. Llegar a Monte do Gozo también me hizo pensar en vosotros y acordarme de toda la comunidad Marista. Gracias por las palabras de tu experiencia, transmiten. Un abrazo.
Me ha encantado la forma de expresar tu experiencia del Camino…, seguro que cada palabra riene un contenido que se percibe y da pie a pensar que ha sido una bonita y buena experiencia. Gracias¡
Muchas gracias, la experiencia ha sido muy buena. Hay que vivirla.
Está claro que el camino no deja infiderente a nadie, a quien lo ha hecho y a quien es capaz de vivirlo a través de tus palabras.
Al andar solo es cuando valoramos la compañía de los otros, el necesario silencio y la capacidad de detenernos en esos detalles que hacen la vida diferente y especial
Te deseo que el camino empiece ahora, como tú quieras, pero siempre ¡hacia delante¡
Ésa es la clave, valorar a los otros. Y hace falta pararse. Gracias.