Mi primera media maratón
El pasado domingo, 10 de abril, corrí mi primera ‘media’ maratón. Realmente no me había preparado bien, por lo que me arriesgaba a alguna lesión incómoda o simplemente a retirarme, cosa que, afortunadamente, no ocurrió.
Fue una mañana deportiva intensa, junto a mis amigos José Manuel y Juan Carlos, compañeros de batallas deportivas cotidianas. Casi sin darme cuenta, me sorprendo al pensar que, en los últimos cuatro o cinco años, le he dedicado bastante tiempo al deporte. Y creo que ha sido de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Como no podía ser de otra manera, la disciplina deportiva, la constancia, el esfuerzo, el entrenamiento, fueron inculcados en mí por mi padre, gracias al cual acudía a entrenamientos diarios de tenis durante casi diez años.
El deporte, además de permitirte estar en buena forma y propiciar una buena salud, es una disciplina que encarna una serie de valores dentro de los cuales uno se va realizando como persona. Destaco la solidaridad de los corredores en esta carrera. En varios momentos me encontré a punto de la retirada, pero siempre había algún corredor cercano que te animaba, te cogía del brazo y, casi abrazándote, te decía: “¡vamos! ¡sígueme! ¡ya queda poco!”
En un mundo donde la comunicación real -como esa que relato-, incluso con un contacto físico, prácticamente no existe, donde los jóvenes están sumergidos en contactos virtuales donde la emoción no juega su partida, esta forma de relacionarte con otros a través del deporte, se antoja transgresora. Observé como a un joven también lo animaban de esta forma, y éste se quedaba mudo, asustado, ¡le habían hablado y tocado! Y en la vida real, ¡de locos!
Por muchas carreras más.
Deja una respuesta