Strawberry Field

Hace un tiempo tuve la suerte de escaparme a Liverpool con mi padre, un ferviente fan de los Beatles. Para empezar a contaros aquel viaje, empezaré con un lugar emblemático para la historia del cuarteto de Liverpool, y, especialmente, de John Lennon, Strawberry Field [sin ‘s’. ‘Strawberry Fields es el nombre de la canción, no del lugar].

Acariciando los años 50, John era un chaval curtido en malos ratos. Nada le había sido fácil y normal. Sus padres biológicos prácticamente no existieron nunca, lo que le hacía sufrir preguntas en el colegio nada agradables para un chico de su edad. No sabía qué responder. Lo crió su tía Mimi [aunt Mimi] en Woolton, un suburbio de Liverpool, entre crucigramas, armónicas y discos de Elvis Presley.

A escasos metros de la casa de su tía Mimi, había un orfanato, Strawberry Field, donde cada verano John acudía a la tradicional fiesta de verano. Allí, rodeado de huérfanos, no había preguntas incómodas, y eso lo animaba a estar siempre por allí, como uno más. La zona boscosa tras el orfanato, que Lennon llamó [en plural] Strawberry Fields, era el lugar elegido para escaparse con sus amigos a jugar. Allí, dicen, se inspiró para ser músico.

El nombre de la casa se hizo mundialmente conocido en 1967, con el lanzamiento del sencillo Strawberry Fields Forever, escrito por John Lennon. Dicha canción la compuso en un periodo de cambio y perturbación. Su matrimonio con Cynthia Powell se estaba acabando y él mismo reconoce que consumía mucho LSD por entonces. Como curiosidad, la canción la empezó a componer en Almería, en 1966, durante la filmación de la película How I Won the War. La canción, un himno de los Beatles, recuerda la nostalgia de los primeros años que tanto Lennon como McCartney pasaron en Liverpool.

La pieza contiene la frase Living is easy with eyes closed [vivir es fácil con los ojos cerrados], que dio nombre a la película de Trueba [2013], la cual narra la historia real del profesor de inglés Juan Carrión Gañán, que viajó a Almería para conocer a Lennon durante su estancia de rodaje allí.

Estar en la puerta del orfanato, junto al cartel, lloviendo, escuchando en el taxi de fondo la canción, será un momento que nunca olvidaré.